

Desde hace décadas que la Tercera Guerra Mundial es una posibilidad latente ante la escalada de tensiones geopolíticas que existen en todo el mundo. Muchos países poseen grandes fuerzas militares y el conflicto armado podría explotar en cualquier momento.
A raíz de esto, la Inteligencia Artificial fue capaz de pronosticar qué países podrían desencadenar una batalla global. Para esto, se basó en la capacidad de su ejército, las tensiones actuales con otras naciones y sus aliados.
¿Qué países podrían desatar la Tercera Guerra Mundial?
La IA dejó afuera de la lista a países que durante las primeras dos guerras mundiales fueron protagonistas, tales como Alemania, Japón, Estados Unidos o Italia.
En esta ocasión, incluyó a naciones que se convirtieron en potencias militares y sus conflictos globales podrían comenzar una Tercera Guerra Mundial. También sobresaltan otras naciones menos equipadas que tienen menos chances de iniciar una contienda global.
Rusia
Rusia tiene el potencial para desencadenar un conflicto de escala global, como una Tercera Guerra Mundial, debido a varios factores clave, aunque esto sigue siendo especulativo y depende de circunstancias específicas.

Entre sus puntos más fuertes, destacan:
- Capacidad militar y nuclear: Rusia posee uno de los arsenales nucleares más grandes del mundo, lo que le da la capacidad de escalar cualquier conflicto a niveles catastróficos. Su ejército, aunque enfrentó desafíos en conflictos como el de Ucrania, sigue siendo una fuerza significativa.
- Tensiones geopolíticas: las acciones de Vladímir Putin, como la invasión de Ucrania en 2022, han generado enfrentamientos con la OTAN y países occidentales. Un movimiento más agresivo, como un ataque directo a un miembro de la OTAN (por ejemplo, los países bálticos), podría desencadenar un conflicto global debido a las obligaciones de defensa colectiva de la alianza.
- Alianzas y conflictos regionales: mantiene alianzas con países como China, Irán y Corea del Norte, lo que podría complicar y ampliar cualquier conflicto. Por ejemplo, una escalada en Ucrania o en otras regiones sensibles (como el Ártico o el Cáucaso) podría involucrar a otras potencias.
- Factores internos y externos: decisiones del liderazgo ruso, especialmente bajo presión económica, política o militar, podrían llevar a acciones impredecibles. Además, la retórica sobre el uso de armas nucleares en respuesta a amenazas percibidas aumenta los riesgos.
China
Además de su gran economía, China tiene las condiciones para desencadenar un conflicto de escala global, debido a su poder militar, influencia económica y tensiones geopolíticas.

El territorio presidido por Xi Jinping destaca por:
- Capacidad militar: China cuenta con uno de los ejércitos más grandes y avanzados del mundo, con un creciente arsenal nuclear y tecnología militar sofisticada. Su capacidad para proyectar poder, especialmente en el Indo-Pacífico, es significativa.
- Disputas territoriales: las tensiones en torno a Taiwán son un punto crítico. Una acción militar china para reclamar Taiwán podría involucrar a Estados Unidos y sus aliados (como Japón o Australia), debido a compromisos de defensa y la importancia estratégica de la isla. Otros conflictos, como las disputas en el Mar del Sur de China, también podrían escalar si involucran a países como Filipinas, Vietnam o potencias externas.
- Alianzas y rivalidades: tiene una alianza estratégica con Rusia y relaciones con países como Corea del Norte e Irán. Esto podría complicar un conflicto, atrayendo a múltiples actores. Al mismo tiempo, su rivalidad con Estados Unidos, India y miembros de alianzas como AUKUS o el Quad aumenta el riesgo de confrontaciones.
- Factores económicos y políticos: como segunda economía mundial, China tiene un interés en mantener la estabilidad global, pero decisiones internas (nacionalismo, presión política o crisis económica) podrían llevar a posturas más agresivas. Por ejemplo, una acción militar en Taiwán podría ser vista como una forma de consolidar el poder interno.
Corea del Norte
Corea del Norte tiene un potencial limitado pero significativo para contribuir a una Tercera Guerra Mundial, debido a su programa nuclear, retórica beligerante y posición geopolítica.

No obstante, es poco probable que por sí sola desencadene un conflicto global, ya que su capacidad militar y económica es mucho menor que la de potencias como Estados Unidos, China o Rusia.
- Capacidad militar y nuclear: Corea del Norte posee un arsenal nuclear en desarrollo y misiles balísticos capaces de alcanzar objetivos regionales (como Corea del Sur y Japón) e incluso, potencialmente, Estados Unidos. Aunque su ejército es grande, está tecnológicamente limitado, pero su capacidad nuclear representa una amenaza seria.
- Tensiones regionales: las provocaciones de Corea del Norte, como pruebas de misiles, ciberataques o enfrentamientos en la Zona Desmilitarizada con Corea del Sur, podrían desencadenar un conflicto regional. Si Estados Unidos, Japón o Corea del Sur responden militarmente, y China (aliado clave de Corea del Norte) o Rusia se involucran, el conflicto podría escalar.
- Alianzas y aislamiento: depende en gran medida de China para su apoyo económico y político. Un conflicto iniciado por Pyongyang podría arrastrar a China, especialmente si se percibe como una amenaza a la estabilidad regional. Sin embargo, el aislamiento internacional de Corea del Norte limita su capacidad para sostener un conflicto prolongado.
- Factores internos: El régimen de Kim Jong-un utiliza la retórica beligerante y las demostraciones de fuerza para mantener el control interno y negociar en la escena internacional. Una acción mal calculada, como un ataque directo a Corea del Sur o Japón, podría desencadenar represalias masivas.
Irán
Irán tiene el poder para contribuir a un conflicto de escala global, aunque es menos probable que lo desencadene directamente en comparación con potencias como Rusia o China, debido a su alcance militar y económico más limitado.

Sin embargo, no hay que desestimar su papel en tensiones regionales y globales y sus fortalezas:
- Capacidad militar: Irán posee un ejército significativo, con énfasis en guerra asimétrica, misiles balísticos y drones. Aunque no tiene el poder militar de Estados Unidos, Rusia o China, su programa nuclear en desarrollo (o la percepción de este) es una fuente de preocupación global. Un avance hacia armas nucleares podría escalar tensiones rápidamente.
- Conflictos regionales: Irán está involucrado en varios conflictos en Oriente Medio, apoyando a grupos como Hezbolá en Líbano, milicias en Irak y Siria, y los hutíes en Yemen. Las tensiones con Israel, especialmente por ataques directos o a través de aliados, podrían desencadenar un conflicto regional. Si potencias como Estados Unidos, Rusia o China se involucran, el conflicto podría escalar.
- Rivalidades y alianzas: La rivalidad de Irán con Israel, Arabia Saudita y Estados Unidos es un factor clave. Además, su creciente cooperación con Rusia y China podría arrastrar a estas potencias a un conflicto. Por ejemplo, un ataque israelí o estadounidense contra instalaciones nucleares iraníes podría provocar una reacción en cadena.
- Factores internos: El liderazgo iraní enfrenta presiones internas (económicas, sociales y políticas), lo que podría llevar a acciones externas para desviar la atención o consolidar el poder. Sin embargo, Irán suele actuar con cautela, prefiriendo guerras por proxy (por teceros) a confrontaciones directas.
Israel
Israel es una potencia militar significativa en Oriente Medio, pero tiene un potencial limitado para desencadenar por sí sola una Tercera Guerra Mundial debido a su tamaño, recursos y alcance global en comparación con potencias como Estados Unidos, China o Rusia.

Sin embargo, su papel en conflictos regionales podría ser un desencadenante ante una contienda global y destaca por estos puntos:
- Capacidad militar: Israel posee un ejército tecnológicamente avanzado, un arsenal nuclear no confirmado oficialmente y una capacidad de defensa robusta (como el sistema Cúpula de Hierro). Su fuerza militar es suficiente para conflictos regionales, pero no para sostener una guerra global sin aliados.
- Tensiones regionales: Los conflictos de Israel con Irán, Hezbolá (Líbano), Hamás (Gaza) y otros actores en la región son puntos de fricción clave. Un enfrentamiento directo con Irán, especialmente relacionado con su programa nuclear, podría involucrar a Estados Unidos (principal aliado de Israel) y otras potencias, como Rusia o China, que apoyan a Irán. Esto podría escalar un conflicto regional a uno más amplio.
- Alianzas y rivalidades: Israel depende en gran medida del apoyo de Estados Unidos y tiene relaciones estratégicas con países como India y algunos estados árabes (tras los Acuerdos de Abraham). Sin embargo, sus acciones contra Irán o grupos respaldados por este podrían provocar una reacción en cadena, especialmente si potencias globales se ven obligadas a intervenir.
- Factores internos y externos: Las decisiones de Israel suelen estar motivadas por la seguridad nacional, dada su posición geopolítica vulnerable. Una acción preventiva, como un ataque a instalaciones nucleares iraníes, podría ser vista como una amenaza existencial por Irán y sus aliados, desencadenando represalias que involucren a otros actores.













