Donald Trump y Benjamín Netanyahu se reunieron este lunes en Nueva York y anunciaron un entendimiento clave: Israel aceptó el plan de paz de 21 puntos diseñado por el expresidente estadounidense, que establece una hoja de ruta para el futuro de la Franja de Gaza y abre la posibilidad de un Estado palestino. El documento ya circulaba en ámbitos diplomáticos desde hace semanas, pero la confirmación israelí marca un giro.

El plan, al que accedieron medios internacionales, estipula como condición inmediata la liberación de los 20 rehenes israelíes que siguen con vida en Gaza y de algunos fallecidos, a cambio de la excarcelación de cientos de palestinos detenidos en cárceles israelíes. Este intercambio debería realizarse en las 48 horas posteriores a la firma del acuerdo.

Una vez completada esa fase, Israel se compromete a liberar 250 presos condenados a cadena perpetua y 1.700 gazatíes arrestados tras el 7 de octubre. Por cada rehén israelí fallecido cuyos restos sean entregados, Tel Aviv devolverá los restos de 15 palestinos.

El documento también plantea la destitución de Hamás como fuerza política y militar, su desarme completo y la reforma integral de la Autoridad Palestina (AP). En paralelo, Israel deberá comprometerse a no lanzar nuevos ataques contra Qatar, país que actuó como mediador en distintos momentos del conflicto.

Otro de los puntos destacados prevé un plan de crecimiento económico para Gaza, con garantías de seguridad respaldadas por Estados Unidos y potencias regionales. Asimismo, se habilita el regreso de quienes abandonaron el enclave en los últimos meses y se garantiza que ninguna de las personas que actualmente residen allí será forzada a marcharse.

En cuanto a la administración de la Franja, se proyecta un gobierno de transición integrado por exmiembros de Hamás que acepten el plan o, en su defecto, la salida segura de aquellos que no lo hagan hacia otros países aún no definidos.

El esquema incluye la retirada inmediata de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de las zonas ocupadas tras el conflicto y el compromiso de no anexar Gaza bajo ninguna circunstancia. También se contemplan mecanismos de ingreso seguro de ayuda humanitaria, libres de bloqueos de ambas partes.

Fuente: EPAMAHMOUD ZAKI

Según trascendió, el plan fue inicialmente presentado el 23 de septiembre en la Asamblea General de Naciones Unidas, en un encuentro paralelo convocado por Trump con líderes de Qatar, Arabia Saudita, Indonesia, Turquía, Pakistán, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Jordania. Allí se sentaron las bases del documento que ahora avanza con el aval de Israel.

El ex primer ministro británico Tony Blair, a través de su instituto, habría colaborado en el diseño de la propuesta y podría asumir la conducción de la Autoridad Internacional de Transición de Gaza (GITA), encargada de supervisar el proceso hasta que la Autoridad Palestina cumpla con los requisitos pactados.

La aceptación de Netanyahu se produce en un contexto en el que varios países occidentales -como Reino Unido, Francia y Canadá- ya reconocieron oficialmente al Estado palestino, decisión que el primer ministro israelí calificó como "vergonzosa".

Hasta el momento, Hamás no emitió una respuesta formal. Un portavoz dijo a Reuters que la organización "está dispuesta a considerar de forma positiva y responsable cualquier propuesta que llegue de los mediadores, siempre que proteja los derechos nacionales de los palestinos". La aceptación o rechazo del movimiento islamista será decisiva para el futuro del plan.

Pese al anuncio, Netanyahu enfrenta resistencias internas. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, delineó "líneas rojas" en sus redes sociales y advirtió que la seguridad de Israel depende de mantener control territorial bajo supervisión de su Ejército.

Trump, por su parte, se mostró optimista: "Este es un paso histórico hacia la paz", declaró tras la reunión. Con Israel a bordo, la atención está puesta ahora en Hamás y en la capacidad de las potencias mediadoras de lograr su adhesión.