

Mejorar la educación requiere un enfoque integral que vaya más allá de la transmisión de conocimientos tradicionales. La Ciudad de Buenos Aires busca poner al aprendizaje en el centro de todas las políticas educativas, combinando el desarrollo académico con el bienestar de los alumnos.
"Siempre digo que soy la ministra de un ministerio del siglo pasado que tiene que formar a los chicos para este siglo y para lo que viene. Es un desafío extraordinario", afirmó Mercedes Miguel, ministra de Educación porteña.
La funcionaria explicó que la base del plan es la evidencia. "Armamos un plan estratégico a cuatro años con indicadores y metas de logros llamado Buenos Aires Aprende, para poner en el centro de todo lo que hacemos al aprendizaje", dijo.
Miguel destacó que la definición de las prioridades se construyó a partir del trabajo conjunto con especialistas. "Las 12 políticas públicas y los tres ejes que tiene son el resultado de una mesa que hice a los dos días de asumir, cuando junté a todos los especialistas del ministerio para que, sobre la evidencia, me pudieran decir cuáles creían que eran las áreas más críticas. Tuvimos un trabajo muy sincero, con conversaciones muy difíciles", sostuvo.
El plan se centra en tres ejes. "El primero es mejorar el aprendizaje de los chicos con foco en lengua y matemática, como las dos áreas del conocimiento que se miden en el mundo cuando se quiere saber cómo está el sistema educativo. Le agregamos un área más que es la del bienestar socioemocional", explicó Miguel.
La ministra agregó que el enfoque en habilidades socioemocionales busca ir más allá del aprendizaje memorístico. "Estábamos muy parados en el desarrollo de lo meramente mental, en retener información, responder preguntas, muy en el plano de la vieja escuela. Todo lo que tiene que ver con el desarrollo de la habilidad socioemocional nos parece fundamental, por eso desarrollar las competencias y habilidades en este sentido es uno de nuestros ejes", concluyó.













