

La Argentina se consolida como un actor clave en innovación, prevención y desarrollo científico, con proyectos que abarcan desde la producción local de vacunas hasta la investigación clínica avanzada y las nuevas tecnologías aplicadas al cuidado de la piel. Tres referentes del sector analizan dónde está hoy el país y qué oportunidades se abren.
La industria de vacunas tiene un rol histórico. “Sanofi tiene más de 100 años de trayectoria en vacunas y más de 80 años de presencia en la Argentina”, recordó Rocío Bassons, gerente general de Vacunas para el Cono Sur. En el país opera una de las 10 plantas de producción de vacunas de la compañía en el mundo, única en fabricar el antígeno de hepatitis B, que luego se exporta a Francia para producir la vacuna hexavalente acelular. La planta —que cumple 20 años— ya acumula más de 60 millones de euros en inversiones, consolidando al país como referente regional en biotecnología.
Bassons subrayó el impacto directo de la inmunización: “La vacunación salva vidas y mejora la calidad de vida. Reduce la carga de enfermedad, baja hospitalizaciones y permite usar mejor los recursos del sistema de salud”. Y destaca que el enfoque debe ser integral: vacunas en todas las etapas de la vida, desde embarazadas y adultos hasta viajeros. Entre las innovaciones recientes menciona el anticuerpo monoclonal contra el virus sincicial respiratorio, responsable de la bronquiolitis y primera causa de hospitalización en bebés. Chile lo implementó hace dos años y redujo hasta 80% los casos en menores de un año, sin muertes reportadas. “Es una intervención costoefectiva”, resumió.
Por su parte, Philip Glaser, líder de la División Pharma de Bayer para el Cono Sur, planteó que el desafío es acompañar el envejecimiento saludable. “La población vive más y necesita llegar a mayor edad con salud. Pensamos en soluciones que van más allá del medicamento: diagnóstico precoz, tratamiento adecuado y adherencia”, señaló. La compañía desarrolla programas de acompañamiento que siguen al paciente durante todo el proceso.
Centro regional
Glaser destacó, además, el rol de la Argentina en investigación clínica: “Llena de orgullo tener al país como centro regional. Hay hospitales capaces, profesionales muy buenos y agilidad para hacer estudios”. La competencia global por atraer pacientes es intensa, dice, y la Argentina mantiene ventaja. Ese desarrollo también permite acceder antes a nuevos medicamentos, incluso en fases más tempranas: “Hoy hablamos de traer estudios en fase 2”.
Asimismo, el ejecutivo destacó el rol de la tecnología: “La IA ayuda a acortar tiempos. Para llegar al mercado se hablaba de 15 años y solo 1 de cada 100 moléculas lo logra. La IA identifica qué desarrollos tienen más potencial y baja costos”.
Por último, Leisa Molinari, dermatóloga y fundadora del Centro Médico de la Piel, sostuvo que el boom del skincare “tiene base científica”. “Aprendimos que la piel es un órgano que hay que cuidar. Pasamos del maquillaje a la medicina preventiva”, afirmó. En su centro integran estética y salud, y desarrollaron una línea de productos que se vende en todo el país.
Entre las novedades menciona nutricéuticos y fotoprotección oral, como comprimidos derivados de un helecho que fortalecen las defensas naturales de la piel. Incorporaron además tecnología de escaneo con IA, que permite estimar el riesgo de cáncer de piel y agiliza la atención. “La IA complementa al dermatólogo y mejora la efectividad”, describió. Y señaló una tendencia en ascenso: la medicina regenerativa, que busca mejorar la calidad de los fibroblastos más que “rellenar” o “levantar”.
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