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En los últimos años una movida impulsada por organizaciones y usuarios de las redes busa instalar a julio como el"mes sin plásticos". Por ese motivo se llevan adelante diversas campañas para concientizar acerca del daño que causa el material en el ambiente, al ser producido y luego descartado, dado que demora de 100 a 1000 años en degradarse.

Este año no es la excepción, y la historia de Botito Eco-Guardián aparece como ideal para contar este mes. Se trata de un juguete que crearon en 2015 emprendedores de Santa Fe,fabricado a partir de envases plásticos y tapitas recicladas.

Una clara muestra de que el negocio de triple impacto y la economía circular no solo son rentables, sino capaces de consolidarse, crecer y hasta cruzar fronteras.

Así nació Botito, el juguete creativo que se introdujo en una industria clásica

"Surgió con el objetivo de educar", dice José María Rodríguez, creador del juguete y la marca a El Cronista. "Veíamos que no había una estadística tan certera sobre temáticas ambientales y de la importancia que le daban los hogares. Eso nos generó una alerta. Pero notamos que el problema no era que no le importara a la gente, sino que no tenía la información", explica.

"Por eso nuestro modelo de negocios fue de triple impacto: con educación a la comunidad, para que se empiece a usar el descarte como una materia prima para otras cosas. Botito es un ejemplo, pero es un disparador imaginario", agrega.

Por supuesto una idea ante cualquier negocio es el puntapié necesario y el corazón del sistema. Pero ningún detalle es pensado al azar. "Elegimos un robot porque es atemporal, no depende de las modas, y todos soñamos desde chiquitos, hasta los 90 años, que un robot nos ayude en algo", dice Rodríguez.

"Además no tiene género. La gente lo transformó en un instrumento para su necesidad diaria. Incluso nos enteramos de que también los utilizan como muñeco de apego para gente mayor", cuenta.

Con esta idea como estandarte, de educar a través del juego y resignificar el uso de los materiales, se consolidó Botito y las ventas acompañaron. Hoy, José María y su pareja Daniela pasaron a integrar un equipo de 6 personas que trabaja en la planta de ensamblaje en Carmen, Santa Fe, y a liderar la oficina que funciona en Buenos Aires, con área de Marketing y Comunicación,en donde también buscan en el corto plazo instalar otra fábrica.

"Somos más de 50 personas trabajando de manera indirecta, entre empresas, con las que armamos un circuito, que nos donan plástico antes de tirarlo, también trabajamos con cooperativas de reciclaje", detalla el fabricante. Hasta ahora, contabilizan cerca de 6 toneladas de plástico rescatado, o "dos piletas olímpicas de plástico", aclara Rodríguez.

"Todo eso evitamos que vaya a un basural a cielo abierto. Nosotros siempre decimos que con el propósito por delante generamos un modelo de negocios y eso nos hace sentir exitosos", sostiene.

Cuáles son los juguetes disponibles y cómo conseguirlos

Actualmente la marca comercializa varias opciones de juguetes:

  • Un robot en tamaño pequeño, que mide entre 30 y 40 centímetros (los que, siempre se aclara, son "únicos", dado que se arman con los materiales disponibles);
  • Camiones hechos con bidones, de 80 centímetros por 45 de alto y 40 de ancho;
  • Robots en formato gigante (más altos que una persona), los que se suelen alquilar a empresas e instituciones que sirven en animación de eventos;
  • Boti Kit para armar, de aproximadamente 20 centímetros de alto, destinado a que los chicos puedan aprender, realizar una actividad acompañados y resignificar el proceso de reutilización
  • Boti Race, un juego de mesa hecho con papel mineral: no usa agua, ni cloro, ni árboles para el proceso, "es fotodegradable, es decir, en un tiempo determinado al sol, se degrada", con temáticas de seguridad vial y cuidado ambiental.

Todos están hechos a partir de tapas de plástico y envases, de plástico que no sea PET. Pueden conseguirse en la tienda online, con envíos a todo el país, con opciones desde los $ 5000.

Botito, mucho más que un juguete

Además de la fabricación de juguetes, los creadores de Botito Eco-Guardián se dedican a brindar capacitaciones y talleres a empresas y escuelas.

"El niño no es nuestro cliente sino el beneficiario, por eso la idea fue buscar empresas con las que podamos hacer acciones de Responsabilidad Social Empresaria (RSE)", detalla Rodríguez.

"Las charlas no tienen que ver solo con lo ambiental, sino que buscamos que sea la excusa para generar nuevos objetivos, la queja tiene que ser constructiva, no destructiva. Buscamos involucrar temáticas educativas, ver los roles, trabajo en equipo,relacionados con emprendedurismo, liderazgo", enumera.

Entre los objetivos a mediano plazo de la marca está la expansión de fronteras. Por el momento solo se comercializa en la Argentina, pero ya comenzaron a vender licencias de distribución, comercialización y fabricación, en Uruguay, México y Chile. "Está en etapa de pruebas en los tres. Calculamos hacia fin de año o primer semestre de 2024 arranque", estiman.

Además, ya comenzó a probarse el producto en Isla de Pascua. "Para que puedan empezar a sacar el plástico de la isla y lo vendan como recuerdo a los turistas: ya está haciendo eso", cierran.