Frente a un auditorio lleno, Paolo Rocca, CEO del grupo Techint, dio muestra de su optimismo ante una Argentina que, a pesar de las dificultades macroeconómicas y los vaines políticos, tiene una oportunidad concreta de transformar su sistema productivo. Convencido de que "la robotización, la automatización y la inteligencia artificial no entran en conflicto con los métodos tradicionales de producción, sino que lo potencian", Rocca hizo hincapié en desarrollar un modelo de crecimiento basado en la integración de nuevas tecnologías en sectores clave como la agricultura, la energía y la industria pesada. "Las nuevas tecnologías y la industria tradicional se retroalimentan, no son círculos concéntricos separados entre sí. Seguimos necesitando, en gran medida y en el mundo, la capacidad de progresar sobre la producción de bienes agrícolas, el desarrollo de la industria y la manufactura, a través de la inteligencia artificial que va a retroalimentar y fortalecer lo que está en el corazón de todo esto", dijo en conversación con Rosendo Grobocopatel, durante Experiencia Endeavor, evento que reunió a jóvenes, emprendedores y empresarios. En ese sentido, destacó que en la dimensión industrial hay un mercado oportuno para crear emprendimientos y transformar la productividad. "La Argentina sigue siendo un país con una importante participación de la industria. Hoy, la innovación y la cross-fertilization son los desafíos más fascinantes", sostuvo. "En esta interacción entre la dimensión de digitalización y los sectores más tradicionales, hay proyectos extraordinarios, donde se pueden construir cosas de gran valor. Cada uno de nosotros tiene un talento, hay que identificarlo, entenderlo y desarrollarlo, construir algo que otros no han hecho. Elon Musk y Steve Jobs encontraron su éxito en la transformación de los modelos tradicionales. Ahí hay un proyecto fascinante", agregó. Consultado por la responsabilidad de la dirigencia y el empresariado en las desigualdades económicas, sociales y educativas, Rocca evitó apuntar directamente, pero fue claro sobre los límites de su impacto. "Cada uno tiene que actuar dentro de su ámbito de competencia y las variables que puede manejar. Si no, se transforma en una reflexión. Para el empresario, la construcción de futuro no pasa por esperar un cambio estructural del país, sino por desarrollar capacidades locales", dijo. Y agregó: "Yo focalizo mi atención en la comunidad porque es muy difícil cambiar un país que tiene una historia y un conflicto profundos". En cuanto a su mirada del futuro, destacó el papel central que ocupa la industria energética y la relevancia estratégica que tienen las operaciones del grupo en la economía global. "Nuestra compañía está en el motor profundo del mundo. La energía tiene una importancia crucial: a nivel global se consumen 100 millones de barriles por día. Está claro que existe una necesidad permanente de crecimiento y evolución", dijo sobre la compañía que, en 2024, invirtió alrededor de u$s 1400 millones a nivel global. Para Rocca, el camino hacia adelante no solo exige capacidad industrial, sino también una integración inteligente con las nuevas tecnologías. "El futuro tiene una agenda marcada, en donde la cross-fertilization, la inteligencia artificial y los procesos de digitalización son fundamentales", señaló. Esa combinación, según su mirada, será clave para sostener el liderazgo global y transformar la productividad en un contexto cada vez más complejo. Hacia el final, el CEO de Techint aprovechó para enviar un mensaje a las nuevas generaciones. "Hay que trabajar en contacto con la materia y saber hacer las cosas para imaginar cómo hacerlas distinto. Algunos van a fracasar, pero otros van a tener éxito", cerró.