

Martín Galdeano, presidente de Ford Argentina, aseguró que el país tiene "oportunidades" de mejorar su competitividad exportadora con cambios en sus marcos regulatorios, en especial, en los campos impositivo y laboral.
"Si eso está en sintonía, yo me siento competitivo para exportar", aseguró el ejecutivo, también titular de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), en diálogo con la prensa tras su participación en la segunda jornada del Coloquio que el Instituto para el Desarrollo Empresarial de Argentina (IDEA) desarrolla en la ciudad de Mar del Plata.
Galdeano participó el bloque "Generar empleo para una Argentina sostenible", en el que intercambió opiniones con Daniel Funes de Rioja (presidente de la Unión Industrial Argentina), Gerardo Martínez (secretario general de la Unión Obreros de la Construcción) y Wanda Weigert (directora ejecutiva de Globant Argentina).
"Cuando salimos a competir, tenemos que hacer que se justifique hacer un proyecto en la Argentina", explicó Galdeano en su charla con los periodistas. "Eso podemos hacerlo de múltiples formas. Lo primero es que somos nosotros, las empresas, quienes tenemos que hacer las inversiones necesarias para tener procesos y tecnologías comparables con el mundo. Esa es nuestra primera responsabilidad", aseguró.
La segunda, siguió, está relacionada con la formación de la gente. "Cómo estamos formando y capacitándola. En ese sentido, es una responsabilidad público-privada", apuntó. Subrayó una tercera forma: "Qué marcos regulatorios e impositivos hay en cada país con el que competimos".
Ford culminó este año u$s 660 millones de inversión para desarrollar la nueva Ranger en la Argentina, un proyecto que reconvirtió 100% su complejo de General Pacheco e implicó la construcción de una nueva planta de motores.
"La pick-up que se produce en Pacheco es la misma que en Sudáfrica, Tailandia y los Estados Unidos. Acabamos de terminar esa inversión. Nosotros ya cumplimos con esa primera parte", reseñó.
"Ahora, cuando uno va a buscar eficiencia, eso también es cómo trabajás con todo lo que tiene que ver con lo extra-salarial: capacitación, condiciones de ingreso y egreso de personal, las multas e intereses del régimen laboral... Cuando uno compara con otros países, esas son las oportunidades para ver cómo articulamos las conversaciones con los sindicatos", amplió. Refirió que eso, de hecho, ya lo implementan las automotrices con su gremio, el Smata.
El CEO de Ford también aludió al marco tributario. "Es fundamental ver qué estructura impositiva tenemos para producir, exportar y generar empleo desde la Argentina, cuando nos comparamos con los países contra los cuales competimos en los mercados externos: cuando salís a competir, tenés que ser competitivo en todo", enfatizó.
La industria automotriz proyecta cerrar 2023 con 600.000 unidades de producción. Desde el año pasado, cuenta con una ley de incentivo a las inversiones y, a mediados del corriente, el Gobierno implementó un nuevo régimen específico más laxo, de incentivo a la importación de vehículos semiterminados para completarlos con un nivel de integración del 10% al 20%, muy inferior al requisito mínimo (40%) de la Política Automotriz Común del Mercosur.
Con ese régimen, por ejemplo, Toyota montará en el país el utilitario Hiace, con u$s 50 millones de inversión. Arrancará con 4000 unidades el año próximo, con lo que la japonesa, que produce en el país la pick-up Hilux y el SUV SW4, rozará las 190.000 unidades en su planta de Zárate.
"Nuestro modelo de Pacheco es de especialización. Por eso invertimos tanto en la planta y en el desarrollo de una cadena autopartista. Para ser competitivo, hay que producir mucho modelo. Ese es nuestro modelo", se diferenció. "El resto es armaduría", remató.
"Nuestro modelo de Pacheco es de especialización. Eso requiere escala. Por eso invertimos en la planta y en el desarrollo de una cadena autopartista". Para ser competitivo, hay que producir mucho volumen. Ese es nuestro modelo: el resto es armaduría".












