Benjamín Sisterna había nacido Vera, en la provincia de Santa Fe y comenzó a trabajar desde chico en una panadería. Se mudó a Buenos Aires y comenzó a trabajar en una fábrica de alfajores, con tanto talento que al poco tiempo se asoció con el dueño de la empesa.
El dueño original de la fábrica y socio era Luis Sbaraglini. Y un cliente importante de la fábrica era Demetrio Elíades, que tenía en Mar del Plata, una confitería llamada Havanna, en la esquina de Rivadavia y Buenos Aires.













