

Mantener las rodillas fuertes y sin dolor no solo depende del ejercicio. Por lo general, la alimentación cumple un rol clave, ya que hay alimentos que se destacan por tener beneficios únicos para salud articular.
El más destacado es el pescado azul, que es una fuente natural de vitamina D y omega-3 y puede fortalecer los huesos, reducir la inflamación y cuidar el corazón y el cerebro.
¿Por qué duele la rodilla y qué tiene que ver la vitamina D?
Generalmente, el dolor de rodilla puede estar relacionado con la inflamación crónica o con el desgaste óseo. En estos casos la vitamina D se vuelve clave, ya que mejora la absorción de calcio.
El calcio es un mineral esencial para mantener la densidad ósea y prevenir enfermedades como la osteoporosis. Además, contribuye a la función muscular y fortalece el sistema inmunológico.

Omega-3: ¿por qué es un antiinflamatorio natural?
El omega-3 presente en ciertos pescados tiene un potente efecto antiinflamatorio. Múltiples estudios señalan que puede aliviar dolencias articulares como la artritis reumatoide.
También se destaca por tener la capacidad de reducir la rigidez y mejorar la movilidad. Si se quiere buscar una alternativa natural al ibuprofeno, el pescado podría ser un gran aliado.
¿Qué pescados deberías incluir en la dieta?
Los pescados más recomendados para poder tener más cantidad de omega-3 y vitamina D son los siguientes:
Salmón
Sardinas
Caballa
Atún
Estos pescados contienen una alta concentración de vitamina D y ácidos grasos omega-3. Además, son fáciles de incorporar en ensaladas, guisos o al horno.
Otros beneficios del pescado
Más allá de sus efectos sobre las rodillas, el pescado tiene la capacidad de:
Reduce los triglicéridos y mejora la salud cardiovascular.
Disminuye el riesgo de arritmias y coágulos.
Fortalece el cerebro, ayudando a prevenir el deterioro cognitivo.
Favorece la salud emocional, gracias a su impacto positivo en el sistema nervioso.













