

En la actualidad muchas personas viven situaciones de estrés. El mismo puede ser provocado por varios factores, como la rutina, los vínculos, el trabajo y la economía, entre otros.
El cuerpo humano reacciona ante los estímulos diarios y genera una reacción para garantizar una buena respuesta. Sin embargo, el estado constante de estrés puede provocar diversas consecuencias, como un aumento del cortisol.
¿Qué es el cortisol?
Según define National Cancer Institute es una hormona elaborada por la corteza suprarrenal, que ayuda al cuerpo a usar la glucosa, la proteína y las grasas. También, se la conoce por ser la hormona principal del estrés.
Entre sus funciones, el cortisol también puede reducir funciones que se considerarían como no esenciales, por lo que puede modificar las respuestas del sistema inmunitario.
Por su parte, el cortisol que se produce en el laboratorio se llama hidrocortisona. Generalmente se usa para tratar muchas afecciones, como la inflamación, las alergias y algunos cánceres.

¿Qué efecto tiene el cortisol en el cuerpo?
El cortisol puede mejorar el uso de la glucosa en el cerebro e incrementar la disponibilidad de las sustancias que reparan los tejidos del organismo. Sin embargo, cuando el cuerpo detecta un estado de alerta constante, los valores de las hormonas no se restablecen.
Si el cuerpo tiene una respuesta constante al estrés, y hay una sobreexposición al cortisol, se podrían alterar varios procesos del organismo.
Según destaca Mayo Clinic, esto puede traer varios problemas de salud. Algunos de los más destacados son:
- Aumento de peso
- Ansiedad
- Ataque cardíaco
- Dolores de cabeza
- Depresión
- Enfermedad cardíaca
- Problemas de concentración
- Problemas digestivos
- Problemas de memoria
- Problemas de sueño
- Presión arterial alta
- Tensión y dolor musculares

¿Cómo reducir el cortisol?
Para poder reducir el cortisol es necesario mantener una dieta equilibrada y realizar actividad física de manera regular. Así también es importante descansar la cantidad de horas necesarias para el organismo.
Además, es necesario incorporar prácticas que ayuden a la relajación como el yoga, la respiración profunda, los masajes o incluso la meditación en la rutina.
En estos casos es necesario contar con vínculos saludables y tener conversaciones frecuentes con amigos y familiares para poder compartir las vivencias que generan estrés.
De todas maneras, siempre es recomendable contar con ayuda profesional que pueda brindar las herramientas necesarias para gestionar el estrés y, por consecuencia, reducir el cortisol.













